La Secretaría de Energía de Honduras dio a conocer la nueva estructura de precios de los combustibles que entrará en vigor a partir del lunes 12 de mayo. La medida contempla importantes rebajas en la mayoría de los derivados del petróleo, en especial el kerosene, el diésel y el GLP vehicular. Además, se confirma la continuidad de los subsidios estatales para ciertos productos esenciales como el GLP doméstico, la gasolina regular y el diésel.
En la capital, Tegucigalpa, el galón de gasolina súper bajará L 0.80, fijándose en L 99.79, mientras que la gasolina regular se cotizará a L 90.76, con una rebaja de L 0.69. El kerosene, utilizado principalmente en hogares de bajos ingresos, muestra una significativa reducción de L 1.59, estableciéndose en L 70.84. El diésel, vital para el transporte de carga y pasajeros, disminuirá L 1.25, alcanzando un nuevo precio de L 80.34. Por su parte, el GLP vehicular también presenta una rebaja de L 0.60, bajando a L 47.76, mientras que el GLP doméstico se mantiene en L 238.13, subsidiado por el gobierno.
En San Pedro Sula, los ajustes siguen la misma tendencia. La gasolina súper costará L 97.43, con una baja de L 0.77, y la regular se ubicará en L 88.40, tras una disminución de L 0.67. El kerosene, con una rebaja de L 1.56, se ofrecerá a L 68.47, y el diésel, que también continúa con subsidio estatal, baja L 1.22, quedando en L 77.97. El precio del GLP vehicular se ajusta a L 44.23, mientras que el GLP doméstico permanece en L 216.99, protegido por el subsidio gubernamental.
Estas rebajas reflejan los esfuerzos del gobierno por aliviar la carga económica sobre los consumidores, en especial los sectores más vulnerables. El subsidio al GLP doméstico ha sido una medida constante para garantizar el acceso al gas en los hogares hondureños, y la reducción en el precio del kerosene refuerza este compromiso con la economía familiar. Además, la baja en el diésel podría tener un efecto positivo en los costos del transporte público y de mercancías.
La Secretaría de Energía indicó que continuará monitoreando el comportamiento del mercado internacional de los combustibles, así como las condiciones locales, para tomar decisiones que beneficien a la población.