Según el informe de combustibles de enero, divulgado por el Banco Central de Honduras (BCH), la generación de energía eléctrica en el país aumentó en un 1.4 % durante el primer mes del año, en comparación con el mismo período de 2024, pese a que la demanda de combustibles para generar el fluido eléctrico fue menor.
El documento detalla que, en enero de 2025, el consumo de derivados del petróleo importados para la generación de energía eléctrica fue un 33.6 % inferior al del año anterior.
La información, acreditada al Centro Nacional de Despacho (CND), reporta un consumo de 312.8 mil barriles, suministrados a los consumidores a través del Sistema Interconectado Nacional (SIN). Esta cifra representa 158.3 mil barriles menos en comparación con el año anterior.
El informe indica que este comportamiento se explica por la disminución del 46.2 % (185.5 GWh) en la energía producida a base de combustibles fósiles, la cual fue parcialmente compensada con el crecimiento del 5.2 % (28.6 GWh) en la producción energética renovable.
La interconexión y el intercambio de energía, iniciativas que permitirían reducir costos, son algunos de los grandes desafíos para el futuro, con el fin de responder a las demandas de la industria y el consumo privado en una América Latina que, según cifras de la ONU, alcanzará los 782 millones de habitantes en 2050.
El BCH señala que también se registró un aumento en la importación de energía eléctrica, atribuido a la mayor disponibilidad en el Mercado Eléctrico Regional (MER) y a la reducción de precios.
El experto en materia energética de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Kevin Rodríguez, aseguró que la reducción en el uso de búnker se debe a un incremento en la producción hidroeléctrica, un fenómeno recurrente, así como a la mayor importación de energía del MER, la cual registró un aumento de 10.8 GWh, equivalente a un 120 %.
La producción bruta incluye toda la generación de las plantas nacionales más las importaciones; es decir, se considera la energía que producen las plantas de biomasa, pero que estas mismas consumen para sus procesos industriales, al igual que las plantas de carbón.