La directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Migdonia Ayestas, reveló que, en lo que va de 2025, se han registrado 18 muertes violentas de mujeres en el país.
Ayestas, lamentó que las mujeres están siendo raptadas, secuestradas, violadas, torturadas y asesinadas, sin importar el lugar en el que se encuentren. “No hay lugar seguro para las féminas, ya que están siendo asesinadas en todas partes: en la vía pública, en sus casas, e incluso en la iglesia”, expresó.
Uno de los casos que conmocionó a la comunidad fue el de una maestra que, a pesar de dedicarse al bienestar de su comunidad, fue secuestrada y posteriormente asesinada. Este crimen ejemplifica el nivel de inseguridad y vulnerabilidad al que están expuestas las mujeres hondureñas.
La titular del OV-UNAH destacó que la violencia contra las mujeres se manifiesta de múltiples formas, desde el abuso psicológico hasta el feminicidio. “La violencia culmina de muchas maneras, pero su origen es siempre un sistema que permite y perpetúa la desigualdad”, señaló.
Un factor clave que agrava esta situación es la proliferación de armas de fuego en el país. Ayestas señaló que estas se han convertido en las “herramientas perfectas” para los hombres que perpetran estos crímenes, aumentando el nivel de letalidad de los ataques contra las mujeres.
Ante este panorama, la funcionaria hizo un llamado urgente a las autoridades y a la sociedad hondureña para implementar acciones efectivas que detengan esta ola de violencia de género y garanticen seguridad para las mujeres en todos los espacios.
El informe del OV-UNAH, pone en evidencia la urgente necesidad de adoptar medidas integrales que aborden no solo la protección inmediata de las víctimas, sino también la prevención de la violencia desde sus raíces. Mientras tanto, los llamados de justicia y seguridad resuenan cada vez más fuerte en un país que no puede ignorar la crisis que enfrentan sus mujeres.