El Banco Mundial (BM) redujo su proyección de crecimiento económico para Honduras en 2025 a un 2.8 % y a 3.4 % para 2026, según su más reciente informe.
El organismo internacional atribuye el crecimiento actual a factores como el dinamismo de las remesas, la baja inflación y un mayor acceso al crédito, lo cual ha impulsado el consumo y la inversión privada, pese a la débil demanda internacional y fenómenos climáticos adversos como la tormenta tropical Sara.
En 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) real creció un 3.6 %, una tasa similar a la registrada en 2023. Sin embargo, el informe anticipa una desaceleración en los próximos años debido a la caída en las exportaciones, la menor expansión del crédito y una mayor incertidumbre global.
El Banco Mundial señala que mejoras en la producción agrícola y un aumento en la inversión pública podrían mitigar parcialmente este escenario. Aunque se proyecta una desaceleración en las remesas, estas seguirán representando cerca del 25 % del PIB a corto plazo.
A partir de 2027, el crecimiento económico podría fortalecerse gradualmente, impulsado por condiciones globales más favorables y una mayor inversión pública y privada.
En cuanto a la inflación, el informe destaca que en 2024 la tasa anual se mantuvo dentro del rango objetivo del Banco Central de Honduras (entre 4 % y 5 %), gracias a la caída de los precios internacionales y a medidas de control de liquidez.
En materia social, el BM advierte que, aunque se ha avanzado en la reducción de la pobreza, Honduras continúa entre los países más pobres y desiguales de América Latina y el Caribe. En 2024, la pobreza se mantuvo estable en 49.3 % de la población, mientras que el 12.4 % vive con menos de 2.15 dólares diarios.