Desde antes que despunte el sol, manos humildes y talentosas comienzan a transformar las calles del centro histórico en lienzos de aserrín teñido. Son las icónicas alfombras de Comayagua: más de 60 obras de arte efímero que narran la Pasión de Cristo. No hay maquinaria, solo devoción. Cada alfombra es un mensaje al cielo, una ofrenda que, aunque dura apenas unas horas, permanece para siempre en el corazón de quienes la contemplan.

Estas alfombras son más que decoración; son parte de una tradición que nació en 1963 y hoy es símbolo nacional. Ver cómo las procesiones avanzan sobre ellas, al ritmo de tambores y entre fieles que lloran en silencio, es una experiencia que estremece.

La celebración en Comayagua es mucho más significativa, debido a que fue la antigua capital. Como ciudad bien organizada, está conformada por cofradías, que son estructuras comunitarias encargadas de organizar estas festividades.

Historiador, Edgar Soriano.

Las procesiones en Comayagua no solo se ven: se viven. El Vía Crucis del Viernes Santo es una representación viva de la Pasión de Cristo. Desde la iglesia San Francisco hasta la majestuosa catedral Inmaculada Concepción, cada estación es una oportunidad para reflexionar, para detenerse y sentir que el tiempo se detiene. Y el Domingo de Ramos, con la entrada triunfal de Jesús montado en un burro entre palmas y cantos, recuerda que la fe también es alegría.

Para Soriano, esta tradición constituye un verdadero patrimonio cultural, ya que toda la ritualidad histórica y tradicional se ha convertido en un patrimonio intangible del país.

Pero Comayagua no solo ofrece religión. Su casco histórico, uno de los mejor conservados de Centroamérica, invita a un viaje en el tiempo. Allí, el reloj más antiguo de América sigue marcando las horas como lo ha hecho desde el siglo XII, mientras museos, iglesias y plazas revelan la esencia de lo hondureño.

Durante Semana Santa, la ciudad entera se transforma. Hay música, exposiciones, gastronomía tradicional y un ambiente de paz que solo se vive ahí. Familias llegan desde todos los rincones del país y del extranjero para ser parte de este encuentro espiritual, artístico y cultural.

Visitar Comayagua en Semana Santa es recordar lo que significa ser hondureño: es reencontrarse con la historia, con las raíces, y con la capacidad de crear belleza a partir de la fe. Es sentir orgullo y emoción al ver cómo una ciudad entera se une para dar testimonio de su devoción y amor por lo que somos.

Comments are closed.

¡ÚLTIMAS NOVEDADES!

¿Interesado(a) en recibir las últimas
novedades en tu correo electrónico?

Sobre Nosotros

En LatitudHN, creemos en el poder del periodismo para informar, cuestionar y transformar. Nuestro compromiso es con la verdad, la independencia editorial y la construcción de una sociedad más informada.

Teléfonos

+504 2220 0000 

Correo electrónico

info@latitudhn.com

LATITUDHN – NOTICIAS SIN FRONTERAS. TEGUCIGALPA, HONDURAS. © 2025.
Exit mobile version